Dentro del Plan Nacional de Desarrollo, una de las perspectivas básicas para que se cierren las brechas sociales y se configure una Colombia equitativa y en paz, es la educación.

 

¿Pero a qué tipo de educación se le está apostando, a una educación que responda a los parámetros establecidos en las pruebas externas o a una educación que desarrolle integralmente todas las dimensiones del ser?

 

Reconociendo la educación como elemento fundamental para el desarrollo, progreso y crecimiento a nivel individual y social, es importante identificar los pilares básicos en los cuales se basa la política educativa vigente, tratando de identificar aspectos a favor y en contra de ésta, así:

 

Por un lado, se busca intervenir los puntos de mayor problemática, donde se logre potenciar una educación de alta calidad, desde los primeros años de escolaridad, que responda al desarrollo de competencias y habilidades para ingresar al mundo laboral y académico, para lo cual se tendrá en cuenta: personal cualificado para desempeñarse como docente, implementación de la jornada única, estrategias para que los estudiantes permanezcan por mayor tiempo en el sistema educativo, combatir el analfabetismo, intensificar las horas de inglés y potenciar capacidades excepcionales de los jóvenes, entre otras.

 

Por otro lado, encontramos un panorama complejo, lleno de dificultades que no se solucionan de inmediato, como: infraestructura insuficiente para acoger a la población estudiantil, en la jornada única; estudiantes con Necesidades Educativas Especiales, en el aula regular sin la capacitación previa del docente para atender este tipo de población; alumnos carentes de recursos y necesitados del restaurante escolar a quienes no se les brinda por recorte de presupuesto; déficit de maestros en algunas instituciones; oferta de becas para el ingreso a la educación superior a una minoría; y capacitación docente de maestrías a unos cuantos.

 

Y lo más crítico de esto, es que algunos dirigentes gubernamentales constantemente alardean, de las políticas educativas que se están desarrollando, para convertir a “Colombia en la más educada”, pero estas políticas no son suficientes porque directa o indirectamente están influenciadas bajos indicadores de calidad a nivel nacional e internacional, las cuales miden la parte cognitiva, en las áreas de matemáticas, ciencias y lenguaje, dejando a un lado componentes del desarrollo humano, quizás más importantes que éste y que donde se abordaran con unas políticas claras los resultados mejorarían en todo sentido, es así como parece, que lo más importante es mostrar estándares de calidad, en las pruebas externas SABER, ICFES, PISA, ECAES.

 

En conclusión, desde el componente educativo se le está apostando al desarrollo del capital humano, como elemento fundamental para el crecimiento económico y político del país, donde priman las competencias para el sector productivo, desconociendo todo el potencial humano que hay en cada ser y que si se lograra orientar adecuadamente, los resultados positivos serían notorios, a todo nivel; por lo tanto, es importante no desgastar esfuerzos tratando de estar a la par con otras naciones que han implementado unas políticas educativas distintas a las nuestras, es necesario empoderarnos de los procesos y marcarlos con sello propio, atendiendo nuestras realidades.

 

 

Por: Nubia Amparo Roldán Cuartas